"Es imperativo que las empresas adopten una visión a largo plazo e integren las consideraciones climáticas en su estrategia empresarial. Las empresas mundiales deben considerar la posibilidad de implantar una sólida estructura de gobernanza en torno al riesgo climático, que puede adoptar la forma de un comité dedicado al riesgo climático e invertir en datos." 

Juan Duan
Directora de Finance Climate Risk en Beazley 

Cada vez se hacen más esfuerzos por racionalizar y normalizar los requisitos, tanto a nivel nacional como supranacional, para ayudar a aliviar la carga de la normativa medioambiental sobre las empresas. Sin embargo, también existe una creciente divergencia entre los bloques económicos. Como han demostrado los recientes acontecimientos en EE.UU., la tendencia hacia una burocracia medioambiental más estricta no es en absoluto universal. Esta divergencia puede resultar especialmente problemática para las empresas que esperan cumplir la normativa en múltiples jurisdicciones.

"El amplio y diverso mosaico de normativas medioambientales en todo el mundo es más volátil que nunca. Los recientes acontecimientos políticos en EE.UU. han creado incertidumbre, y el creciente sentimiento contrario a los gases de efecto invernadero en algunos estados de EE.UU. ha dejado a muchos ejecutivos inseguros sobre la mejor manera de navegar por el panorama normativo. Esto provoca inestabilidad y (junto con otras medidas) amenaza la armonización, la normalización y el multilateralismo: elementos de la economía de posguerra en los que hemos llegado a confiar para la estabilidad global y los negocios." 

Wynne Lawrence
Socia de Clyde & Co

Empezando por la convergencia, para eliminar el mosaico de normas globales de sostenibilidad, la ISSB (International Sustainability Standards) ha creado una norma global que, si se adopta, eliminará la necesidad de que las empresas elaboren múltiples informes adaptados a cada mercado (13).

En una línea similar, la introducción del paquete de Simplificación Ómnibus de la UE el 26 de febrero de 2025 (14) pretende racionalizar los requisitos normativos, garantizando una mayor coherencia y facilitando el cumplimiento a las empresas. Sin embargo, las reformas han tenido una reacción desigual, ya que a algunos inversores les preocupa que ocultar información sobre las credenciales de sostenibilidad pueda suponer un obstáculo para la inversión (15).

Se espera una mayor armonización de las normas de información ESG en toda Europa en octubre de 2025, cuando se anuncie una actualización adicional del paquete normativo.

Estos ejemplos de creciente convergencia contrastan notablemente con el panorama normativo estadounidense. Desde la toma de posesión de la nueva administración estadounidense, se ha producido una avalancha de órdenes ejecutivas que han supuesto un retroceso en los compromisos medioambientales y Estados Unidos se ha retirado del acuerdo climático de París (16). También se ha informado de que la nueva administración ha paralizado todos los litigios medioambientales pendientes y ha reasignado a cuatro abogados de carrera del Departamento de Justicia que se dedicaban a cuestiones medioambientales (17).

Con Estados Unidos moviéndose aparentemente en dirección opuesta a la UE, las empresas mundiales con operaciones en ambos mercados se encuentran atrapadas en el medio y deben estar alerta ante los riesgos que creará esta situación.