Desde la IA hasta la ESG, las nuevas normativas con sus derivaciones; y las innumerables elecciones políticas que irán en direcciones muy diferentes, significan que un paso en falso podría situar a los líderes de la dirección en el centro de una tormenta mediática, afectando a su reputación y a la cotización de las acciones. Hoy en día, los consejos de administración tienen que reconocer que, con tantos puntos de vista y cuestiones en conflicto, cada movimiento que hagan podría arriesgarse a alienar a una parte de su base de accionistas.
Para complicar el panorama, los riesgos habituales de responsabilidad civil de los administradores y directivos siguen estando muy presentes. Las amenazas a los ejecutivos planteadas por una posible recesión, la quiebra y la inminente inflación están presentes y, posiblemente, han aumentado.
Tradicionalmente, los litigios de D&O se centraban en las empresas que sobrestimaban o gestionaban mal los resultados financieros.